Tras conocer el informe de la pericia sobre el cuerpo, el abogado de la familia sostuvo que al joven asesinado fue torturado y que se imputaría a 12 policías.
Los investigadores del crimen de Lucas González sostienen que el joven fue quemado con un cigarrillo en una mano, ya que en la autopsia se detectó una lesión de ese tipo realizada en el mismo lapso de tiempo, informaron fuentes judiciales.
Por su parte, el abogado de la familia de Lucas González, el adolescente que murió baleado por la policía en el barrio porteño de Barracas el pasado 17 de noviembre, aseguró este martes que el joven «fue torturado» por efectivos de la Policía de la Ciudad, luego de que se confirmara en la autopsia que tenía una quemadura de cigarrillo en la mano derecha.
No se descarta que, en el marco de la causa por el encubrimiento del hecho, se realicen nuevas imputaciones.
Hoy está prevista la declaración indagatoria de la oficial Lorena Miño, la policía que se entregó ante la Justicia tras permanecer el fin de semana prófuga.
El abogado que representa a la familia de Lucas y a los chicos que sobrevivieron al ataque policial, Gregorio Dalbón, dijo que en total «van a ser doce (policías) detenidos», ya que «faltan tres más».